la privacidad en internet

La privacidad nos protege de los abusos cometidos por quienes detentar el poder, incluso si no estamos haciendo nada malo en el momento en que nos están vigilando.No hacemos nada malo cuando hacemos el amor o vamos al baño. No estamos ocultando deliberadamente nada, cuando buscamos  un lugar privado, ya sea para cantar en la ducha o escribir una carta a un amante para luego quemarla. La privacidad es una necesidad humana básica. Si lo observamos, en todos nuestros actos estamos constantemente bajo la amenaza de la corrección, el juicio, la crítica e incluso la copia de nuestra propia singularidad. Nos convertimos en niños, atados bajo los ojos vigilantes, siempre temerosos de que, ya sea ahora o en el incierto futuro, los patrones que dejamos atrás, vuelvan para implicarnos ante cualquier autoridad que ahora se haya centrado en nuestros actos, unos actos que una vez fueron privados e inocentes. Perdemos nuestra individualidad, porque todo lo que hacemos es observable y registrable
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Esta es la pérdida de libertad a la que nos enfrentamos en nuestra vida privada. Esta es la vida en la antigua Alemania del Este, o en el Iraq de Saddam Hussein.  Y este es nuestro futuro, si permitimos que un ojo siempre intrusivo escrutine nuestra vida personal y privada.  
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Demasiada gente, lo centra erróneamente  como un debate de “seguridad vs privacidad”. La verdadera elección es la libertad frente a control. La tiranía, ya aparezca bajo la amenaza de un ataque físico extranjero o bajo el escudriño constante de una autoridad nacional, sigue siendo tiranía. La libertad requiere de seguridad sin intrusión, seguridad más privacidad. La vigilancia general de la policía es la definición misma de un estado policial. Y es por eso que demos tener privacidad, incluso cuando no tenemos nada que ocultar.

Creo firmemente que debemos ser muy cuidadosos y estar muy alerta en los aspectos relacionados con la privacidad e internet. Las nuevas tecnologías son una herramienta maravillosa, pero mucho gobiernos pueden caer en la tentación, bajo la excusa de la seguridad, de ir limando sin darnos cuenta nuestras libertades individuales.Y si, la libertad y la privacidad, al menos para mi, es un derecho fundamental, prefiero irme a vivir al Amazonas con una mano delante y otra detrás, que acabar viviendo en un lugar donde viva sin ningún tipo de privacidad.
Atentos, porque hoy en día, y de forma muy sutil, cada vez estamos más cerca de llegar a un punto de no retorno, cuando llegará un día, en el que sin darnos cuenta, le estaremos contando a nuestros nietos, aquella maravillosa época donde podías pensar lo que quisieras sin que nadie lo supiera.